5 diferencias entre el CrossFit y el entrenamiento funcional que debes conocer
unto con la moda del fitness, llegan otras formas de hacer ejercicio vigentes en la agenda pública deportiva: , kangoo, spinning, zumba, ... Pero, especialmente, dos nombres se han convertido en tendencia y están a la orden del día: el CrossFit y el entrenamiento funcional. Estas son dos modalidades que suelen confundirse en conversaciones informales en los gimnasios o a pie de calle.
¿¿En qué se diferencian el CrossFit y el entrenamiento funcional? o ? Es cierto que estas disciplinas son muy parecidas, pero guardan algunas diferencias que deberías conocer antes de decidir introducirte en cualquiera de ellas.
Conocer todas las diferencias que existen entre el CrossFit y el entrenamiento funcional puede determinar tu decisión a la hora de elegir una de estas dos modalidades de entrenamiento en el gimnasio dependiendo de los objetivos físicos que desees conseguir. No sabemos cuál es la adecuada para ti, lo que sí te aseguramos es que suponen dos alternativas de entrenar, ideales para aquellos que se aburren rápidamente de las rutinas en la sala de musculación, ya que en estas clases, cada entrenamiento es diferente y puedes asistir solamente a aquellas que más te interesen.
- El CrossFit es un entrenamiento funcional, pero no todos los entrenamientos funcionales son CrossFit. Esta es la principal diferencia y nos servirá como punto de partida para entender el resto de ellas. Podríamos decir que el CrossFit es un tipo específico de entrenamiento funcional, que se trata de un concepto mucho más amplio y flexible.
- El es una práctica mucho más exigente en lo que respecta a técnica y esfuerzo. De hecho, todos los gimnasios y centros deportivos obligan a asistir a una clase previa antes de empezar por este motivo e, incluso, los monitores titulados de los gimnasios deben obtener los certificados de distintos niveles de entrenador oficial de CrossFit para poder impartir las lecciones en sus centros. En cambio, cualquier persona puede realizar un entrenamiento funcional si lo adapta a su forma física, edad y sexo, donde la intensidad que la persona aplique a los ejercicios no cobra tanta importancia.
- Por otra parte, el entrenamiento funcional se centra en trabajar aspectos aplicables a otros deportes y a acciones de la vida cotidiana: saltar, tirar, empujar, agacharse, etc. De esta manera, no solo se trabaja un músculo de forma aislada como en el fitness o el body building. El CrossFit incluye ejercicios procedentes de más concretos, por ejemplo, de la halterofilia o la gimnasia, como el snatch o el clean & jerk.
- El CrossFit nació como un entrenamiento destinado a los marines, bomberos, militares y policías estadounidenses y, actualmente, es una marca registrada (por eso se escribe en maýuscula), cuyo creador y propietario es Greg Glassman y su licencia de derechos de uso cuesta cerca de los 3000 $ anuales a cualquier gimnasio del mundo que quiera utilizar esta nomenclatura con fines lucrativos; a diferencia de los entrenamientos funcionales.
- El CrossFit se basa en unas pruebas determinadas y posee importantes competiciones propias, como los Reebok CrossFit Games, que se celebran anualmente en California y donde acuden deportistas de los cinco continentes; mientras que el entrenamiento funcional tan solo pretende aumentar el esfuerzo de los movimientos comunes adaptados a cada persona. Y como resulta lógico, no se organizan competiciones patrocinadas y reconocidas a nivel mundial de este último, ya que se perdería la esencia del propio entrenamiento.
Ahora que ya conoces todas las diferencias entre el CrossFit y el entrenamiento funcional, seguro que te resulta más sencillo decantarte por una de las dos opciones de entrenamiento alternativo al fitness en tu gimnasio. ¡Atrévete a probarlas!
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